Algo para no olvidar, (llevo cada palabra en el corazón)
De Alfredo a Carmen:
Hoy puedo sentirte.
Hoy puedo intentar una vez más entrar en tu alma y en tu corazón como en tus poemas.
Hoy recuerdo cuando me leías cuentos que me enriquecieron tanto.
Hoy puedo ver el payaso Paco riéndose, hoy puedo ver el baúl de los recuerdos abierto y hoy volaré en una nube mágica para verte en este momento y decirte que no estás sola y que las máscaras siguen colgadas, y que el tiempo no espera, y que la corriente es más fuerte, y que el ritmo de la vida fluye una vez más a cada golpe que te das. Y cada cachetada duele, pero vuela alto, es difícil ser un artista en mi país y luchar contra una corriente de serpientes que te arrastran, te muerden y te lastiman. Pero vos seguís firme porque tienes el poder que muchos no tienen que es la creatividad. Vuela alto y nunca pises la tierra. Todo son lecciones que te enseñan y te pulen para ser más fuerte.
Hoy sé que la distancia nos une a través del tiempo sembrando caminos y creando nuevos mundos para formar un espacio donde podamos estar juntos.
La estatua viviente me dijo que te extraña y que te ama. Ella tiene un poco de ti porque también es poesía.
Hoy aquí en Toronto, Canadá, no estoy solo, soy feliz, porque tus palabras me abrazan, porque tus poesías me enseñan, porque me hacen ser más fuerte en un mundo triste, donde existe el odio, la envidia, la mediocridad, la mentira, donde diariamente matamos a los pequeños poetas sin saber que estaban en vida. Y vos me enseñaste a darle vida a ese mundo.
Hoy puedo sentirte más cerca en mi corazón.
Gracias mamá, porque hoy la estatua soñará con vos y te abrazará como nunca
Tu hijo Alfredo